Comunicado por el día de las y los trabajadores | Partido Comunista Paraguayo y Juventud Comunista Paraguaya
Las trabajadoras y los trabajadores que integramos el Partido Comunista Paraguayo y su Juventud, nos abrazamos y enviamos nuestro grito de cariño, solidaridad, dignidad y rebeldía para cada trabajadora y trabajador en este día mundial de nuestra clase, la clase que todo lo produce y sin la cual no existirían medios de comunicación, salud, educación, construcciones, tecnología, alimentos, ropas, arte, deporte… A todas las verdaderas productoras de bienes y servicios, a todos los verdaderos productores, va nuestro amor y nuestro compromiso combativo para defender los derechos que nos roban los multimillonarios dueños de grandes empresas, bancos, tierras, y en nuestro país encabezados por la camarilla de delincuentes, corruptos, y explotadores, liderados por Horacio Cartes.
En 1886 fueron asesinados trabajadores en Chicago, que buscaban la reducción de la jornada laboral a 8 horas. Conquistamos ese derecho gracias a los luchadores que conocemos como los Mártires de Chicago. Nuestra admiración y homenaje a quienes fueron capaces de entregar sus vidas por la justicia y los derechos para las mayorías trabajadoras.
Sabemos que el poder económico construye su poder político y tanto desde la dirección de una gran empresa como desde posiciones de Poder Estatal, dirige las políticas públicas y privadas para ganar más dinero. Y esto siempre nos perjudica, porque para ganar más dinero ellos, tienen que despojarnos de lo que nos corresponde a nosotros. Si a esto sumamos la crisis del sistema productivo capitalista, que es el sistema que beneficia injustamente a explotadores, podemos entender el porqué vienen desarrollando una ofensiva contra nuestros derechos, buscando que la crisis no les perjudique tanto a ellos y tengamos que aguantarla mucho más nosotros.
El gobierno cartista, continuador del stronismo corrupto, narcomafioso, hipócrita y terrorista, se ha apropiado de nuestro dinero, como es el caso de los fondos jubilatorios que ya utiliza. Tomó los fondos de Itaipú para favorecer a empresas amigas y organizar su base social con prebendas, camino a las elecciones municipales. Como lo habíamos advertido, el programa “Hambre Cero” es un fracaso y fue diseñado para robar dinero a gran escala, corrompiendo a una parte del pueblo que se organiza en torno al Partido Colorado y, por migajas, sostienen sus campañas electorales y el sistemático saqueo de los explotadores a través de politiqueros al servicio, como parte de la minoría empresarial, banquera y terrateniente.
Peña y el cartismo se pasan mintiendo, amenazando, robando, humillando y perjudicando al pueblo trabajador del Paraguay.
La experiencia nos muestra que nuestros colegas de trabajo, nuestras vecinas y vecinos, nuestros familiares y amigos, nuestros compañeros de colegio y de facultad son quienes realizan acciones de solidaridad ante cada desgracia que pasamos, porque el Estado que funciona en el Paraguay no está organizado para garantizarnos el derecho a la salud, a la seguridad, a la sana alimentación. No hace falta que nadie nos diga porque lo sentimos en carne propia: solo el pueblo trabajador salva al pueblo trabajador.
Es por eso que insistimos en la necesidad de organizar un gran frente de unidad de acción que defienda y recupere derechos que nos corresponden y merecemos. La recuperación de la confianza capaz de unir y hacer valer la unidad de millones de trabajadoras y trabajadores, requiere de tiempo, concentración y mucha demostración de solidaridad, compromiso, valentía y lealtad. Si no logramos combinar estos atributos será imposible hacer valer la fuerza poderosa que tenemos como mayoría trabajadora.
De nuestra parte, luego de un año de debate entre militantes de nuestro Partido y con varias, varios trabajadores, hemos aprobado un Programa de transformaciones que propone una Revolución Socialista y la construcción de un sistema de gobierno dirigido por la clase trabajadora, con el objetivo de eliminar la explotación de una minoría parásita y devolver a los verdaderos productores, la propiedad sobre todos los medios para producir bienes y servicios. Tenemos total confianza en la capacidad y experiencia de toda la clase trabajadora, en todas sus profesiones y oficios, tanto en la ciudad como en el campo.
En estos meses saldremos con más fuerza a buscar el encuentro y la unidad de las mayorías trabajadoras, para pensar juntos y demostrarnos que el trabajo colectivo en nuestros barrios y comunidades, en nuestros lugares de trabajo y de estudio, será siempre superior y más gratificante que el “sálvese quien pueda” individualista promovido por la cultura capitalista.
Contra el robo y la mentira, a recuperar lo que nos pertenece a la clase trabajadora y prepararnos para dirigir el país, en unidad nacional e internacional con los trabajadores del mundo.
¡Unidad amplia y profunda por el socialismo!